Pra crear un entorno vital y placentero, debemos tener en cuenta varias cosas antes de concretar la decoración final de una casa puesto que, lógicamente, no todas son iguales.
A la escasez de metros se unen los cambios de estilo de vida, que modifican bastante, por no decir absolutamente, el uso tradicional de las estancias de una vivienda, convirtiéndose en lugares polivalentes, donde el cocinar, descansar, relajarse, comer, jugar o trabajar pueden estar unidos perfectamente.
Hay que tener en cuenta también la iluminación, por ejemplo, o la luminosidad, factor importante al que recurriremos utilizando estratégicamente una composición de espejos, puertas de cristal, tabiques de pavés para dejar pasar la luz natural y aprovecharla, etc.
Con los colores podemos conseguir igualmente grandes sensaciones de amplitud, tan en techos y paredes, como en mobiliario, siendo el blanco el ganador sin discusión, pues se integra perfectamente, y combinándolo con tonos neutros, se logran estancias cálidas, romanticas, y con toques de color en jarrones, cojines, etc, darás un toque de personalidad y dinamismo sin temor a recargar en exceso.
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