La influencia japonesa viene hasta nuestros días no solo para comer Sushi y Shasimi, si no también para tener unas prácticas diarias de yoga, relajación, o incluso hacer llegar a nuestros hogares la magia de ese país asiático.
Recrea el clásico jardín de rocas y arena de los míticos templos Zen, y observa un trocito de naturaleza desde tu casa u oficina. Sus materiales son simples y sobrios, pero la riqueza y elegancia de cualquier composición resulta sorprendente. Desde el Japón del siglo XIV hasta nuestros días, simples rocas y arena rastrillada crean islas en el océano con sus orillas batidas por las olas, o montañas que emergen sobre un mar de nubes...
Relájate rastriyeando tu jardín y sumerjete en otro mundo para despejarte del ajetreo diario.
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